Platero es un burro pequeño, peludo,
suave; tan blando por fuera que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.
Durante
este año se celebra el centenario de “Platero y yo” una obra genial de Juan Ramón
Jiménez.
Un libro que está escrito para niños, grandes y
pequeños, para esa isla de gracia, frescura y dicha, que es como llama Juan Ramón Jiménez al mundo
de los niños, y también porque en ella se hallan los más profundos sentimientos
del ser humano, que se ven reflejados en la relación de amistad y complicidad que
se establece entre un burro “Platero” y un “yo” el autor Juan Ramón Jiménez.
El
valor de la amistad, el amor hacia los niños, el rechazo a las injusticias, están
presentes en esta obra, ello unido al amor y respeto por la Naturaleza. En
Platero y yo, y es cierto, se dice que las palabras se convierten en pinceladas
de pintura, descubriéndonos paisajes e imágenes llenas de belleza y hermosura
en un paseo a través de las distintas estaciones del año.
Un libro, como otros muchos, para leer en familia y toda la familia: niños, jóvenes, adultos.
Sirva pues este recordatorio como homenaje
y reconocimiento a este ilustre poeta andaluz universal, como gustaba llamarse Juan Ramón Jiménez, forjador
de palabras vivas.